Este es mi cojín que he creado para utilizar en clase de "Fundamentos de la expresión artística" para poder estar cómodo en el suelo cada vez que realizamos asambleas, debido a que las sillas proporcionadas en este aula son muy incómodas.
Explicando mi historia de la creación del cojín, fue muy curiosa porque no sabía en un principio que crear. Debido a que no soy de Madrid, no tengo tantos recursos para poder perfeccionar un cojín a mi gusto. Tras unos minutos me empezó a entrar una rabia por dentro cada vez que miraba el cojín, esa rabia fue creciendo y pensé: "Paso del cojín, voy a destruirlo" y cogí unas tijeras y me dispuse a hacerlo picadillo. Al dar el primer corte, observé como de éste salía el algodón que había por dentro y al tocarlo percibí sensaciones agradables por el tacto de este algodón.
Finalmente decidí hacer pequeños cortes por todo el cojín y sacar a la luz esa sensación de bienestar hacia fuera, si un solo corte me había producido esa sensación, un montón de ellos sería beneficioso y, sobretodo, a la hora de sentarme en él. Tras finalizar el pequeño destripamiento, añadí con rotulador rojo las letras de mi nombre por todo el cojín y de manera desordenada simbolizando que no siempre se debe de seguir un orden para realizar una manualidad artística sino que es un proceso que va surgiendo poco a poco.
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