Lo que más me llamó la atención de todo lo que me contó sobre su estancia allí, fué que la gente es feliz. Viven en un país denominado tercer mundista, al que nadie quiere viajar porque es peligroso, porque no hay un futuro digno, porque no hay nada que les atraiga para invertir allí.
La sociedad prefiere vivir mirando hacia otro lado, olvidándonos que son personas y que merecen una vida digna.
Ellos no imaginan una vida cómo la que llevamos nosotros en nuestro supuesto "primer mundo" una vida cargada de consumismo, de egoísmo, de prisas, de estres, de no tener tiempo para los amigos,para la familia...Ellos simplemente nos dan una lección de humanidad, de humildad, de ingeniudad, de generosidad al compartir con todo el mundo lo que tienen y siendo felices con quienes son y con lo que son.
Ser felices sin necesitar nada...
Creo que ninguno de nosotros nos imaginaríamos viviendo en un sitio parecido y mucho menos que fuese nuestro hijo el que viviese así.
Por todo lo que evoca esta foto, me parece que sólo puedo decir que es ARTE, arte en estado puro, es captar el momento de felicidad más absoluto de una persona que no tiene nada y que cómo podemos observar en la fotografía vive en unas condiciones insalubres siendo feliz y sonriendo con la lluvia.
Creo que todos deberíamos sentirnos afortunados de la suerte que tenemos por haber nacido dónde hemos nacido y que cada vez nos damos menos cuenta de ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario